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China pone a prueba la defensa militar de sus vecinos

Julian Ryall
13 de octubre de 2022

Con ayuda de tácticas militares y económicas, China busca hacerse con el control de territorios estratégicamente importantes, que se disputa con Japón, Corea del Sur y Taiwán.

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El portaaviones chino Liaoning.
Tokio prendió las alarmas cuando China lanzó milies balísticos a su zona económica exclusiva, en agosto. Imagen: Zhang Lei/HPIC/dpa/picture alliance

En los últimos 18 meses, barcos y aeronaves chinos han incursionado cientos de veces en territorio japonés y surcoreano. Según analistas, Pekín quiere saber cuán determinada y rápida es la respuesta de los dos mayores aliados de Washington en la región.

Puesto que también han aumentado los reclamos de soberanía chinos sobre Taiwán, observadores temen que las confrontaciones vayan a intensificarse. 

El gobierno de Corea del Sur confirmó, por ejemplo, que, en 2021, aeronaves militares chinas incursionaron sin permiso más de 70 veces en su zona de identificación de defensa aérea. El año pasado, buques militares chinos también atravesaron el Estrecho de Tsushima, que separa la península coreana de Japón, para llevar a cabo ejercicios militares con Rusia.

Disputa con Japón

Por su parte, Tokio ha denunciado en repetidas ocasiones que barcos de la guardia costera china han penetrado en las aguas japonesas que rodean las islas de Senkaku, una cadena de cinco islas deshabitadas que Pekín reclama como suyas.

Asimismo, en el pasado, el ejército de Japón ha detectado naves de vigilancia y submarinos chinos en sus aguas ante las costas de la prefectura de Okinawa.

Táctica de intimidación

Con las incursiones, China quiere poner a prueba la capacidad de respuesta de los otros países, creen analistas, y agregan que se trata de una táctica de intimidación común. 

En opinión de John Bradford, de la Universidad Tecnológica de Nanyang, en Singapur, "en estas aguas en disputa, China está tratando de crear una 'nueva normalidad' y de asegurarse de que todos se enteren de que sus fuerzas militares están presentes".

Según el experto, respecto a las islas Senkaku, por ejemplo, China busca socavar la idea de que estén bajo control japonés. Dejando operar sus barcos en esas aguas, Pekín debilita la credibilidad de Tokio, dice.

Alianza trilateral

La alianza trilateral de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur representa el mayor reto para las ambiciones territoriales chinas en el noreste de Asia. De ahí que Pekín no pueda esperar que pueda ocupar territorios sin que haya resistencia.

James Brown, de la Universidad del Temple, en Tokio, está convencido de que China empuja sus fronteras con una fuerte presencia militar para demostrarle a sus vecinos que "puede hacerles la vida imposible, si quiere".

Puesto que los recursos naturales de Corea del Sur y de Japón son limitados y ambos países dependen fuertemente del comercio con China, estos vecinos se ven obligados constantemente a oponer resistencia sin hacer enfadar a Pekín hasta tal punto que tome represalias a nivel comercial, dice Brown.

Este tipo de tácticas económicas han sido efectivas, señala el académico. "Cuando Nancy Pelosi visitó Seúl, después de haber estado en Taiwán, el presidente surcoreano básicamente se escondió y dijo que no estaba disponible para un encuentro en persona por temor a la reacción de Pekín", asegura.

El experto está convencido de que, en el futuro, China seguirá aplicando esta táctica exitosa de combinar la presión militar con la política.

(vt/cp)